Con el transcurso de los años, y a medida que una empresa va aumentando su volumen de negocio, ventas y clientes, el equipo de recursos humanos suele realizar un análisis del número de trabajadores que necesita para ampliar su plantilla. También puede darse el caso que una empresa, por cuestiones ajenas a su voluntad o por la situación económica que atraviese un país, necesite reducir la misma. Y, en tercer lugar, existe la opción de que nuestra firma permanezca estable y cuente con un reducido número de trabajadores.
No obstante, y al margen de la situación en la que nos encontremos, existe un puesto que es indispensable y que, bien sea por contrato interno o externalizando el servicio, hemos de tener en nuestra empresa con objeto de agilizar nuestro trabajo diario en el que muchas acciones contienen una gran carga legal y, ante todo, realizar todas las acciones acordes a la Ley para evitar problemas futuros. Hablamos de la figura del abogado, un trabajador que es mucho más que un empleado.
Son tres los aspectos del derecho que se cubren en una empresa: Derecho Mercantil, en relación a los propios trámites de constitución de la misma o los posteriores de modificación de algún aspecto estatutario, además de la gestión de algunos cobros de la empresa especialmente sobre las cantidades que adeudan clientes; Derecho Administrativo, referido a las autorizaciones, concesiones administrativas, licencias, el inicio de algún expediente sancionador o la solicitud de ayudas y subvenciones; y Derecho Laboral, referido al inicio y extinción de contratos, negociación con sindicatos o tramitación de permisos de trabajo, entre otros.
Como observamos, por tanto, es imprescindible contar con un letrado para conducir nuestra firma por el camino más óptimo y seguro. Entre las claves principales de por qué necesitamos la figura de un abogado en nuestra empresa, podríamos destacar las siguientes:
- Adiós morosos. ¿Quieres cobrar todas tus facturas? Gracias a la figura del abogado, tendrás una persona especializada en el cobro de las facturas impagadas de tu empresa y que te asesorará acerca de las medidas preventivas a llevar a cabo para luchar contra esos impagos.
- Acuerdo por escrito, vale por dos. ¿No firmasteis el acuerdo y ahora las condiciones verbales no son válidas? Cualquier acuerdo siempre es mejor hacerlo por escrito, aunque entendamos que la persona con la que firmamos tal papel es de total confianza. De este modo, nos evitaremos futuros malentendidos y sabremos cómo actuar en caso de desacuerdo.
- Protección de los datos de tus clientes. ¿Sabes que no puedes enviar un mail con una oferta a un cliente si no cuentas con su aprobación previa? Con las últimas modificaciones legales, es necesario contar con la sabiduría de un experto en Ley Orgánica de Protección de Datos para tener tus datos bien protegidos y garantizar el respeto a los derechos de tus clientes.
- Asesoramiento laboral. ¿Demasiados cambios en la legislación sin tiempo para reaccionar? El asesoramiento profesional en este aspecto es fundamental para conocer todos los beneficios posibles y acogerte a las fórmulas que mejor convengan a tu empresa en cada momento. Horarios, salarios, jornadas laborales, despidos y tipo de contrato.
- Seguridad online. ¿Quieres adaptar tu empresa al entorno digital sin caer en el error de no estar cumpliendo con la normativa vigente? Comercio electrónico, sorteos, firma electrónica, protección de datos personales… Todo bajo control con tu abogado especializado en las nuevas tecnologías.
- Protección del Patrimonio Personal. ¿Problemas en tu empresa limitada a responder con tu patrimonio personal? Sin duda alguna, un abogado es la mejor herramienta para alcanzar la solución más satisfactoria y proteger tus intereses.
Con todo esto, ¿sigues pensando que no es necesaria la figura de un abogado en tu empresa? Ponte en contacto con VRL Grupo Abogados a través de los números 957 511 972 o 606 381 948, y en el correo electrónico abogado@vrlabogados.com y te asesoraremos en todo lo necesario para mejorar tu empresa.